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domingo, 30 de mayo de 2010
The Crazies (2010)
Dir. Breck Eisner
Int. Timothy Olyphant, Radha Mitchell, Joe Anderson
101 min. EE.UU.
Allá por 1973, el director George A. Romero firmó "The Crazies", una película de terror que guardaba no pocas concomitancias con su clásico "La Noche de los Muertos Vivientes", estrenada cinco años antes. Al igual que en su clásico de zombis, el terror en "The Crazies" no provenía de demonios o criaturas provenientes de otros planetas, otras dimensiones, o del mismísimo infierno, sino de las mismas personas que veían afectada su conducta hasta el punto de convertirse en unos salvajes asesinos sedientos de sangre humana.
Nuevamente, Romero volvería a utilizar el terror como metáfora para ilustrar los tiempos inseguros y revueltos que le había tocado vivir. Cualquier persona podría convertirse en un "crazy", cualquier vecino o incluso amigo... gente en la que uno confía y de quienes nunca esperaríamos ningún posible ataque... pues son los mismos que generan el terror y el caos en una pequeña ciudad de Pennsylvania.
Desgraciadamente, la película, aunque supuso un tímido paso adelante en comparación con la plúmbea "Hungry Wives" (1972), no consiguió repetir el éxito de "La Noche de los Muertos Vivientes", constituyendo un nuevo fallido intento por retomar el género de terror que le había dado a conocer a todo el mundo. Sencillamente, "The Crazies" es aburrida y torpe, una serie B curiosa pero sin el toque de brillantez y genialidad que únicamente el género de terror zombi (con la muy notable excepción de "Martin") conseguiría extraer del director neoyorkino.
En definitiva, "The Crazies" podrá ser una película conocida por los aficionados al género de terror, pero no es ni mucho menos un clásico del género o una buena película. Sorprende, por este motivo, que Hollywood se animara a producir un remake de la misma, cuanto más en estos tiempos en los que los espectadores estamos tan saturados de películas de temática similar.
Recordemos títulos como "Infectados" (2009) de los hermanos Pastor, o incluso las incursiones en el cine zombi de Boyle, Fresnadillo o el tándem Balagueró & Plaza. Es cierto, los "crazies" no son zombis, sino personas afectadas por una toxina que los convierte en descontrolados y rabiosos asesinos... pero tampoco podríamos considerar zombis en el sentido tradicional del término a la plaga de la saga "28 Días Después", ¿verdad?
La idea de un virus, o una toxina, o lo que sea... que convierte a las personas en criaturas sedientas de sangre no es novedosa, y en los tiempos que corren pone de manifiesto ya un alarmante agotamiento creativo que genera una cansina sensación de "dejà vu" en el espectador. Ése es el principal problema de este remake, dirigido por Breck Eisner, de la obra de Romero. Es una nueva incursión en un subgénero que ya parece no tener mucho más que ofrecer.
Y es una pena, porque esta película, a diferencia de otros muchos remakes realizados en los últimos años, cuenta entre otras muchas virtudes con una excelente puesta en escena. El director, Breck Eisner ("Sahara", 2005) demuestra un nada desdeñable talento para generar suspense y terror en algunas escenas realmente potentes, las cuales se ven únicamente lastradas por lo convencional y predecible de un guión que no deja mucho espacio para las sorpresas.
Tomemos un ejemplo. Una de las escenas más impactantes y estupendas de la película, quizás la mejor de todas, y que se corresponde con el momento en el que uno de los "crazies" entra con un rastrillo en una sala de un hospital en donde varias supuestas víctimas de la toxina se encuentran inmovilizadas y atadas a unas camillas. Uno a uno, el "crazy" va poniendo fin a las miserias de todos los que dan señales de vida, ensartándolos con el rastrillo en una escena que realmente resulta sobrecogedora y angustiosa.
Una de las pacientes atadas a la camilla es la protagonista, interpretada por Radha Mitchell. ¿Qué pensáis? ¿Correrá ella la misma suerte que todos los demás o conseguirá salvarse? No creo que sea un spoiler revelar con cuál de las dos opciones se queda la película, ya que es la previsible en una película de estas características. En resumidas cuentas, toda la carga de suspense y tensión que genera esta escena gracias a lo bien planificada y dirigida que está, se ve lastrada por lo previsible de su desarrollo y resolución. Es difícil estar en tensión temiendo por el destino de un personaje con el que el espectador debe empatizar cuando éste ya sabe a priori lo que va a ocurrir... o, más exactamente, lo que no.
He ahí la diferencia entre, por un lado, una obra maestra del género y, por otro, una película correcta pero, en última instancia, demasiado convencional y conformista como para suponer una página relevante en la historia del género de terror. En otras palabras, el guión de Ray Wright y Scott Kosar no está a la altura del talento de Eisner como director, el cual necesitaría una historia con más enjundia y originalidad para rubricar una aportación de empaque al género de terror.
Afortunadamente, entre tanta mediocridad actual, "The Crazies" consigue despuntar como una alternativa eficaz y sobrecogedora. Aunque no llegue a ser en ningún momento una gran película de terror, Eisner consigue superar al maestro e ir más allá de las más que obvias limitaciones argumentales de una historia que tampoco da mucho más de sí, apostando por un estilo visual muy potente, realista y malsano, sustentado en una estupenda fotografía de Maxime Alexandre.
Igualmente encomiable resulta la labor de la pareja protagonista, interpretada por Timothy Olyphant ("Hitman", 2007) y Radha Mitchell, a la cual ya hemos podido ver en varias producciones de corte fantástico y terrorífico: "Pitch Black" (2000), "Visitors" (2003) o la extraordinaria "Silent Hill" (2006). Ambos consiguen inyectar a sus respectivos personajes de la suficiente credibilidad e interés como para que el peso de la historia recaiga sobre sus hombros sin que ésta se resienta lo más mínimo por ello.
Especial atención merece también la excelente banda sonora del gran Mark Isham, experto en crear opresivas atmósferas de terror como así lo han demostrado sus extraordinarios trabajos para otras películas de género tales como "Highwaymen" (2004), "Blade" (1998) o ese clásico que es "The Hitcher" (1986). Y, como ocurriera en estos trabajos, la melodía está supeditada a la gestación de oscuros, expansivos y ominosos paisajes sonoros que acompañan perfectamente las imágenes de pesadilla que pueblan esta película.
Por supuesto que también hay espacio para algunos "leit-motifs", pero desde luego no constituyen el eje sobre el que gira esta efectiva composición. En el caso de "The Crazies", encontramos un tema que rezuma melancolía y tristeza, y que alcanza uno de sus momentos más dramáticos en la escena del sacrificio del ayudante del sheriff.
En definitiva, un trabajo que se adapta perfectamente a las imágenes a las que acompaña, dotando a la historia de un componente cuasionírico de pesadilla, si bien en su escucha aislada se resienta del carácter incidental de buena parte de la música, así como también de una cierta sensación de "esto ya lo he escuchado antes en muchas otras obras del compositor" que impide que podamos considerarla como uno de los grandes trabajos del compositor. Al igual que la historia a la que acompaña, peca de ser demasiado predecible y conformista.
A modo de conclusión, podemos afirmar que "The Crazies" pertenece a esa extraña "casta" de los remakes que superan con creces las películas originales en las que se basan, poniendo de manifiesto el talento de un director al que seguiremos la pista con interés. Sólo cabe esperar que su próxima película de género cuente con una historia más interesante y original que le permita explotar al máximo su potencial como director de pesadillas cinematográficas.
Calificación de la película: *** sobre *****
Calificación de la banda sonora: *** sobre *****
Escrito por: Luis
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